domingo, agosto 10, 2008

Compartiendo el silencio

Entro y saludo, me voy y me despido. Entre el buenos días y el hasta luego, pocas palabras salen de mi boca y menos de la boca de mi compañero. Al menos, yo hablo y me río sola o con las conversaciones silenciosas que entablo en el mundo virtual. Camino con mi voz en off, o en on, depende, a veces hasta voy bailando por las calles. En clases, al fin reconozco mi voz, pregunto, comento y converso con mis compañeros. Llego a casa, prendo la tv o retomo el libro de mi velador. Y me duermo en silencio.
Hoy en cambio, llego a la oficina y me encuentro con otra persona. Saludo como siempre y pronto debo buscar agua pues mi garganta se había desacostumbrado a hablar en ese horario. Llego a mi casa y, alguien escucha la llave en la puerta y me abre. No sólo me sorprende lo limpio y ordenado que se ve mi departamento, sino también la cantidad de palabras que escucho por minuto. Un poco mareada me escondo en el baño. Me duermo entre voces, despierto con voces, en la oficina la gente ahora habla. Y yo que ya me estaba acostumbrando a mi voz en off…. shhhhhhhhhhhh, suspiro........ respiro......... me relajo....... sonrío........y me alegro.