Extrañaré las calles llenas de vacas, las personas observadores, los tuc tuc, motos y bicicletas que parecían una extensión del cuerpo. Extrañaré los bocinazos, las campanadas, las fiestas de matrimonio, lo cantos musulmanes. Extrañaré la comida picante, los chapatis, los te con leche, las galletas de holy marie..., pero estoy aniosa de volver a sentir el sabor de carne, pollo y pescado. Será extraño caminar por las calles sin esquivar los excrementos de vaca, la basura, o correr el riesgo de ser atropellada. Y los intensos olores... especias, incienso y otros varios. Y los colores, los saris, lo brillos, los pañuelos, mantas, la ropa, los colores...
Y el caos llevado a su máxima expresión, y sin embargo, las cosas funcionaban.... en el aeropuerto tuve que mimetizarme con un tumulto de gente que quería entrar a como de lugar con sus múltiples maletas y bolsos de mano (una hora). Pasada la primera puerta, por fin, una fila, media ordenada para pasar mis mochilas por rayos equis antes de poder acercarme al counter (media hora). Luego otro intento de fila para deshacerme de las mochilas con un disimulado sobrepeso, con cara de relajo absoluto para no levantar sospechas de los 20 kg de mi bolso de mano (cuarenta y cinco minutos). Casi finalmente, una eterna fila ordenada para llegar a policía internacional (2 horas). Por suerte, un italiano me había convencido de irnos juntos siendo que su avión salía 2 horas antes que el mío... obviamente el mío salió una hora tarde y no por retrasos del avión, sino que entre tanta gente e ineficiencia y caos, las personas pocos deben haber llegado tan anticipado como yo.. y aún así, cuando fue la hora programada de despegar yo seguía en la fila viendo a la distancia a policía internacional... el avión del italiano partió con 4 horas de retraso.
Del avión me bajé en milano.... donde disfruté de los exquisitos helados y el café, el agradable frío en mi cara, calles enormes y limpias, gente linda, tiendas caras, el domo!! Bella ciudad... y buen break antes de aterrizar en buenos aires y posteriormente en santiago.
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