Despedidas

Este mes ha sido un mes de despedidas. Todo comenzó en Korea cuando después de 3 intensos días de charlas, comidas y risas, todo terminó con buenos deseo y abrazos mezclados con una extrañas emociones debido a la no baja probabilidad no volvernos a ver más que virtualmente. Luego otros intensos adioses y pronto se vienen más despedidas.
Anoche luego de una alegre noche de recuerdos, anécdotas, infidencias y sobre todo carcajadas... vinieron los abrazos de despedidas.
No me gustan mucho las despedidas, esos abrazos fuertes-intensos entre personas que por alguna razón disminuirán su frecuencia de contacto, ya sea porque estarán físicamente más lejos, por quiebres amorosos o porque sus vidas no volverán a cruzarse. Son momentos de fuertes emociones y sentimientos encontrados, con la esperanza de que la vida no sea canalla y permita reencuentros y que el tiempo de distancia pase rápido, pero que a la vez no pase tiempo, para que todo siga como antes.
Son tristes las despedidas... son tristes esos abrazos fuertes que uno no quiere soltar. Me gustan esos abrazos llenos de emociones, pero no me gusta distanciarme de la gente que quiero. Inevitablemente el tiempo pasa entre encuentros, y uno rellena esos vacíos, y deja de extrañar... como sea, después de las despedidas las relaciones cambian. Muchas veces también mejoran y los reencuentros son mejores. pero, otros veces, las relaciones se pierden.
Lo triste de las despedidas, es la incertidumbre que genera. nos volveremos a ver? cuándo? cuánto habremos cambiado cuando las vidas se vuelvan a encontrar?