Estas fotos marcaron un antes y después, en mis ganas de conocer Australia. Los koalas son bknes, además muy expresivos, lo cual se puede ver en el cambio de cara de la adorable criatura, después de ser molestada por Nicolás… Hoy, ya puedo jactarme de haberlos visto de cerca.
Después de 12 horas de viaje, dejé el glamour en korea y terminé en un pieza de miles de camarotes, pero, en Sydney. Tenía como 12 horas para ver todo lo que se podía ver…y luchar contra el sueño del avión.
Corrí al zoo más cercano, estuve mucho rato contemplando a estos extraños animalitos, también vi canguros, pájaros horribles, y otros animales… contemplé la ciudad desde la Antena de Sydney, caminé mucho, me dormí una siesta en la mitad del parque botánico, y luego de muchas fotos en el ópera house (alucinante), me escapé de la lluvia en un bus turístico. La ciudad es muy linda, grande, llena de edificios altos, moderna, limpia y con gente de todos lados y lados muy distintos. Una mezcla de Londres y Tel Aviv.
Me asusta un poco revisar mi el saldo de mi tarjeta de crédito.